Según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la probabilidad de que jóvenes con empleo vivan en condiciones de pobreza extrema es el doble que la de las personas adultas y, también, tienen muchas más probabilidades de trabajar en el sector informal. El Banco Africano de Desarrollo (BAfD) (enlace en inglés) informa que cada año alrededor de 12 millones de jóvenes se incorporan al mercado laboral, pero solo se crean 3 millones de plazas de trabajo formales. La escasez de oportunidades de empleo digno para la juventud amenaza la estabilidad (enlace en inglés) y el desarrollo inclusivo en todo el mundo. Sin embargo, existe una posible solución: la economía verde.
En términos generales, la economía verde es aquella que “resulta en un mejor bienestar humano y equidad social, reduciendo significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas” (PNUMA). Se espera que, gracias a la transición hacia una economía verde, surjan nuevos “empleos verdes” que aumenten las oportunidades para la juventud en el futuro laboral. En el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2018 de la OIT, se prevé que la economía verde creará 24 millones de puestos de trabajo en todo el mundo en los próximos 20 años. Pero, a medida que surjan nuevas oportunidades laborales, ¿tendrá la juventud las habilidades necesarias para aprovecharlas?
Mejorar la educación mediante programas curriculares basados en competencias y asociaciones intersectoriales
Las reformas educativas a nivel mundial se enfocan en dotar a la juventud de habilidades útiles para el futuro y facilitar una transición fluida de los estudios al mundo laboral. En el Ecuador, VVOB colabora con el Ministerio de Educación para mejorar la calidad de la educación técnica. Esta asociación también implica la participación de los sectores patronal y empresarial en el sistema educativo, sobre todo en el bachillerato técnico. Al poner en contacto al estudiantado con profesionales del mundo real, se pueden moldear con eficacia las aspiraciones profesionales de la juventud. Las asociaciones multisectoriales desempeñan un papel fundamental a la hora de adaptar la educación a las necesidades de la industria, pues ofrecen oportunidades de tutoría y prácticas y fomentan el emprendimiento e innovación.
VVOB, consciente de la importancia de las asociaciones multisectoriales, conversó hace poco con Moazzam Shah Bukhari Syed, galardonado líder en desarrollo sostenible y activista en el ámbito de la educación. Syed destacó que las asociaciones entre sectores son esenciales para ayudar a que la juventud encuentre un trabajo digno.
Las asociaciones entre sectores desempeñan un papel esencial a la hora de ayudar a que la juventud encuentre un trabajo digno. Estas adaptan la educación a las necesidades de la industria, ofrecen oportunidades de tutoría y prácticas y fomentan el emprendimiento e innovación.
A medida que África se perfila como el continente más joven para 2040, con la mayor población económicamente activa joven del mundo, los sistemas educativos deben dar prioridad a la preparación de la juventud con alfabetización, competencias y habilidades adaptadas al mercado. En Uganda, la política nacional de educación y formación técnica profesional (EFTP) (enlace en inglés) busca ampliar la integración de las partes interesadas en la formación profesional, a través de la incorporación de partes interesadas del mercado laboral a los procesos de desarrollo de cualificaciones y programas de estudios, formación, evaluación y certificación. Estas iniciativas tienen por objeto garantizar una transición fluida de la juventud de Uganda hacia un empleo digno.
Educación de calidad para todas las personas: educación y formación en agricultura
Una educación y formación secundaria general y técnica profesional agrícola de calidad desempeña un importante papel facilitador para motivar a la juventud a dedicarse a la agricultura como una opción positiva. Cerca del 80 % de los 1200 millones de puestos de trabajo que dependen directamente de los servicios ecosistémicos se encuentran en la agricultura (OIT, 2018).
En el Ecuador, el sector agroalimentario es un pilar fundamental de la economía, ya que emplea a una parte importante de la población joven. Sin embargo, las instituciones educativas enfrentan desafíos al momento de orientar a sus estudiantes en la elección de sus carreras y planes de estudio. Esto se manifiesta en la abrumadora demanda de carreras en salud y medicina en comparación con el sector de servicios, donde existe una mayor necesidad de profesionales.
En Uganda, la agricultura representa aproximadamente una cuarta parte del PIB del país y una gran proporción de sus exportaciones. Al presentar la agricultura como materia obligatoria en la educación básica superior, Uganda está ayudando al estudiantado a adquirir habilidades prácticas acordes con la mayoría de las ocupaciones, de acuerdo con la Estrategia de Desarrollo de Crecimiento Verde (enlace en inglés) del país y la Estrategia Nacional para el Empleo Juvenil en la Agricultura (enlace en inglés), cuyo objetivo es lograr un crecimiento económico inclusivo y dotar a la juventud de habilidades técnicas para la agricultura climáticamente inteligente y el emprendimiento agrícola.
Capacitación docente
Así como la juventud necesita habilidades para la transición hacia una economía verde, también las necesita el cuerpo docente. Una educación de calidad depende de una enseñanza y formación de calidad.
Al hablar con VVOB con motivo del Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, Richa Gupta, cofundadora de la Fundación Labhya y Jóvenes Líderes por los ODS, destacó el papel fundamental del sector docente y formador en la construcción de un futuro sostenible junto con la juventud: "Más allá de impartir planes de estudio, el cuerpo docente desempeña una función primordial en la capacitación de jóvenes para futuros sostenibles. Al ser cocreadores de programas basados en habilidades y modelar las habilidades del futuro, el profesorado puede sentar las bases para líderes de hoy y del futuro."
En Uganda, la preparación de las habilidades y competencias docentes se queda rezagada con respecto a la velocidad a la que cambia la demanda de industrias y habilidades en la economía en general (Plan Estratégico del Sector Educativo y Deportivo de Uganda 2017-2020). Para hacer frente a esta situación, VVOB está trabajando con el Ministerio de Educación para mejorar la calidad de la educación y formación agrícolas en las escuelas, mediante el fortalecimiento de la capacidad de docencia e instrucción para enseñar agricultura de manera práctica y su actualización con respecto a avances en ámbitos como las TIC para agricultura, la agricultura sostenible y la salud y seguridad en el trabajo. En asociación con tres centros de enseñanza superior, VVOB apoya el desarrollo de actividades de formación de calidad tanto para docentes e instructores (auxiliares) antes y durante el servicio, así como para el equipo directivo, y tiene previsto elaborar y poner a prueba un programa de desarrollo profesional continuo.
Al ser cocreadores de programas basados en habilidades y modelar las habilidades del futuro, el profesorado puede sentar las bases para líderes de hoy y del futuro.
De igual manera, en el Ecuador, VVOB está mejorando la calidad de la enseñanza en agricultura y emprendimiento en las escuelas secundarias (a nivel de bachillerato) que ofrecen la especialidad de “Producción Agrícola”. A lo largo de nuestro proyecto de cinco años en el Ecuador, los equipos docente y directivo activos adquirirán las competencias necesarias para impartir un modelo de educación eficaz y con perspectiva de género en materia de agricultura y emprendimiento, que combina orientación académica y profesional, aprendizaje basado en proyectos para el emprendimiento agrícola y la formación en centros de trabajo que vincula las instituciones educativas con el mundo laboral agrícola. Los servicios de asesoría educativa del Ministerio de Educación y universidades asociadas también proporcionarán acceso a oportunidades de desarrollo profesional continuo de calidad.
Una transición ecológica y justa
Aunque Ecuador y Uganda tienen contextos muy diferentes, hay una similitud en cuanto a la universalidad del potencial de la transición ecológica para garantizar un futuro más sostenible para la juventud. Dotarla de las habilidades necesarias requiere esfuerzos de colaboración entre docentes, responsables de políticas públicas, gobiernos y partes interesadas de todos los sectores. Al capacitar al profesorado, fomentar la transición hacia una economía ecológica y dar prioridad a una educación de calidad, podemos abrir el camino hacia un futuro más brillante.